Escándalo en la Ligue 1: Longoria en el ojo del huracán tras críticas al arbitraje

El fútbol francés atraviesa una de sus semanas más convulsas. A la crisis televisiva que amenaza la estabilidad económica de la Ligue 1, ahora se suma una tormenta arbitral desatada por Pablo Longoria, presidente del Olympique de Marsella. Tras la contundente derrota de su equipo por 3-0 ante el Auxerre, el dirigente español estalló contra el campeonato, calificándolo de “corrupto” y “una auténtica mierda”. Sus palabras han desencadenado una avalancha de reacciones y podrían costarle una sanción ejemplar.

Un arbitraje bajo la lupa y una furia descontrolada

La polémica se originó cuando el OM expresó su inconformidad con la designación de Jérémy Stinat como árbitro del encuentro. La tensión ya venía en aumento desde enero, cuando el mismo colegiado protagonizó un controversial episodio en la Copa de Francia frente al Lille, que resultó en una sanción de tres meses para el director deportivo del Marsella, Mehdi Benatia.

El duelo contra el Auxerre fue la gota que colmó el vaso. Stinat no pitó un posible penalti sobre Merlin en la primera mitad y expulsó a Cornelius en la segunda. Esto provocó la furia de Longoria, quien abandonó la tribuna presidencial y bajó enfurecido al túnel de vestuarios. Las cámaras de DAZN, poseedoras de los derechos de la Ligue 1, captaron la secuencia completa en la que el dirigente español despotricaba contra la liga, sugiriendo incluso que el club podría considerar una oferta para unirse a la Superliga.

Denuncias y repercusiones inmediatas

El Sindicato de Árbitros de Francia reaccionó de inmediato, anunciando una denuncia contra Longoria por difamación. Además, la Federación Francesa de Fútbol, presidida por Philippe Diallo, informó que Stinat habría sido víctima de daños en su vehículo y de un intento de robo en su domicilio, lo que ha elevado la tensión en el fútbol galo.

La indignación se ha extendido a todos los árbitros de la Ligue 1, quienes han decidido tomar acciones legales contra el presidente del OM, calificando su comportamiento de “intolerable”. Asimismo, diversos directivos de clubes franceses han criticado sus declaraciones, exigiendo respeto por la competición.

Longoria rectifica, pero la sanción sigue en el aire

Ante la magnitud del escándalo, Longoria optó por dar marcha atrás. En declaraciones a AFP, el dirigente ovetense admitió su error y lamentó sus palabras:

"Soy muy autocrítico conmigo mismo. Un presidente de club no puede comportarse de esa manera. Nada justifica mis formas y no estoy contento con mi reacción."

Asimismo, explicó que el término “corrupción” tiene una connotación diferente en español y que jamás quiso insinuar que existieran intercambios financieros irregulares en la liga.

"Deseo dejar claro que no hay corrupción en el fútbol francés. Sí hay cosas poco claras que pueden mejorarse, y eso es lo que me enfada. Debemos trabajar para evitar la confusión."

A pesar de su retractación, la Comisión de Disciplina de la Ligue 1 se reunirá en los próximos días para evaluar su caso. Longoria enfrenta una posible sanción de hasta seis meses, lo que podría debilitar aún más a un Marsella ya golpeado por la crisis deportiva y dirigencial.

El fútbol francés, una vez más, vuelve a ser protagonista por factores extradeportivos. La incertidumbre crece y el desenlace de este conflicto podría marcar un antes y un después en la relación entre clubes, árbitros y directivos en la Ligue 1.

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